La situación actual nos sumerge en un futuro cercano en el que las casas inteligentes se han vuelto ampliamente populares. En este contexto, presenciamos cómo se acorta la brecha entre diferentes soluciones tecnológicas que antes no estaban integradas, y cómo se están acercando cada vez más para trabajar en un solo ecosistema. A medida que la demanda de casas inteligentes crece, los integradores tienen la labor de unir, sincronizar y ofrecer los diferentes sistemas domésticos, permitiendo a los usuarios finales controlar todo desde una única interfaz intuitiva. Ya no se trata solo de encender y apagar luces, sino de aprovechar al máximo la iluminación natural y artificial para crear ambientes personalizados y eficientes